domingo, 25 de abril de 2010

Naturaleza

Y.. hace un rato mientras saboreaba una taza de té, escuchando el cantar de mis pájaros, y contemplando mis plantas aromáticas..lavanda, hierbabuena, tomillo, romero e incienso, y mientras les pasaba las palmas de mis manos a todas ellas, para después aspirar su aroma..y atrapar las maravilloosass sensaciones, intenté también sentir el suspiro de la madre tierra..

Y.. me pregunto.. ¿y tú..has admirado y agradecido a las plantas, apreciado los pájaros, contemplado las montañas y los mares..invadid@ por un sentimiento de reverencia y respeto?

Belén Villalobos Infantes

martes, 6 de abril de 2010

REFLEXIONES (LAS FARSAS DE CONTROL)

Todos nos vemos o hemos visto envueltos a lo largo de nuestra vida, en tales manipulaciones, ya sea porque nosotros las dirigimos o bien somos víctimas de ellas através de los demás.
Para mi el estado ideal del ser humano, es el de sentirse en "libertad", esta no se consigue cuando tenemos a nuestro alrededor hábitos, prejuicios y fuertes dependemcias. Creo que cuando se supera todo esto, te puedes sentir "libre" y por tanto en estado de paz interior.

Pero hablemos de las "farsas de control". Eliminar este hábito no resulta fácil, pues al principio siempre es inconsciente. Para ello hay que traerlo a nuestra conciencia, esto se consigue viendo nuestro estilo particular de control sobre los demás o de como nos controlan los demás.

Nuestras maneras de control las aprendimos durante la infancia para atraer la atención, y lograr que la energía viniese a nosotros. Esto lo repetimos continuamente durante nuestra vida. Es la “farsa de control”.

Hay diferentes farsas de control:

El intimidador: consigue acomplejar al receptor mediante la amenaza. Controla a la persona que tiene que prestar atención y, por lo tanto, ceder energía. El receptor aprende a tener rabietas para intentar conseguir un poco de espacio y energía. Y se termina volviendo una víctima.

El interrogador: utiliza la crítica, y encuentra errores en todo. Es una manera de robar energía, ya que tiende a volver a la otra persona insegura y dependiente de ellos que al final intenta hacer las cosas sin que sea censurable por el interrogador. La defensa es volverse impreciso y distante.

El reservado: actúa con cautela, indefinido y misterioso para conseguir atraer la atención del receptor y que deposite más energía en ellos. Cuanto más tiempo mantiene el interés y el desconcierto, mayor es la energía que recibe. Esto produce que su vida evolucione más lentamente.

El pobre de mí (víctima): es alguien que cuenta las cosas horribles que le ocurren, dando a entender a las personas que son las responsables y que si se niegan a ayudarle continuarán ocurriéndole cosas horribles. Esa persona pretende controlar al nivel más pasivo. De activo a pasivo iría el intimidador, el interrogador, el reservado y la víctima. Se pueden usar varias farsas pero la mayoría tiene una dominante. Las personas reservadas crean interrogadores. Los interrogadores hacen reservada a la gente. Los intimidadores crean a la víctima y si esto falla surge otro intimidador. Perpetuándose las farsas de control. Esto surge durante la infancia en el seno familiar.


En definitiva las "farsas de control" son un chantaje Emocional. Hay que descubrir qué farsa usamos, conocernos a nosotros mismos. Como las farsas surgen en la familia hay que retroceder a nuestra infancia para ver como surgió nuestra manera de robar energía, esto nos facilitará traerlo a un plano consciente. La familia realizaba las farsas de control para obtener la energía y como respuesta el niño se defendía fabricando su propia farsa. Construyendo entre todos un ciclo para robarse la energía.
Una vez identificado la dinámica de la energía en la familia, se podrá rebasar aquellas estrategias de control y ver lo que realmente estaba pasando. Desde un punto de vista espiritual se deberá reinterpretar la experiencia familiar y descubrir quién somos realmente. Una vez hecho esto, nuestra farsa de control desaparece y nuestra vida, la auténtica, cambia de rumbo. Identificando la farsa podemos encontrar en nuestras vidas un significado superior, una razón espiritual por la cual nacimos cada uno en una familia concreta. Empezando a tener claro quiénes somos realmente.
Recomiendo el Libro "Las nueve Revelaciones" en él se unen ciencia y espiritualidad, disfruté con su lectura, y explica muy bien los conceptos de las "farsas de control".